TOPKAPI se llamó la exitosa película del año 1964 producida y dirigida por el cineasta estadounidense Jules Dassin. El título ya nos traía reminiscencias de oriente. El famoso museo Topkapi de Estambul era sin duda el protagonista principal en esta trama desopilante.
Se trataba de una comedia policial, con ladrones astutos y otros no tanto, que se proponían robar del susodicho museo una de las piezas más valiosas y fascinantes: la valiosísima daga de oro, adornada con esmeraldas, diamantes y perlas que había pertenecido al sultán Mahmud I, exhibida en una vitrina de seguridad.
Muchos en ese entonces no sabíamos de la existencia de dicha daga y no sabíamos si no era solo otro de los inventos de Hollywood. Pero en cambio, sí, dicha daga existe y la película ayudó a su fama posterior. Esta daga maravillosa posee en su empuñadura tres grandes esmeraldas de origen colombiano, de un color claro. El especial tamaño de estas piedras y su origen – ¡sobre la interesante historia de esta piedra nos extenderemos en el artículo que sigue al presente! –, ayudó sin duda a la fama de esta maravillosa pieza. La daga era uno de los regalos valiosos que Mahmud I (1730-54) regalara al poderoso conquistador iraní Nadir Shah, pero éste no llego a recibir el regalo nunca ya que fue asesinado mientras los embajadores osmánicos viajaban con el regalo hacía la corte persa. Es así que el regalo fue devuelto a Estambul y pasó a formar parte de los tesoros del palacio Topkapi.
La trama de la película, basada en la novela de Eric Ambler “La luz del día”, es el de una comedia policial en la que Elizabeth Lipp (Melina Mercouri) y su amante Walter Harper (Maximilian Schell), se alían para realizar uno de los robos más atrevidos: llevarse la maravillosa daga de la vitrina de alta seguridad del museo de Topkapi. Para el plan, cuentan con la ayuda del atolondrado Arthur y otros compinches que idearán un plan para deslizarse por el museo sin ser vistos. El único camino posible es la entrada a través de la cúpula del edificio.
La película se hizo popular en todo el mundo, por su trama llena de suspense y la original manera en que el atraco fue ejecutado.
Sin duda uno de los personajes que quedan en la memoria es el protagonizado por Peter Ustinov. Arthur Simon Simpson (Peter Ustinov) que es un delincuente de poca monta, perezoso y de mediana edad. Este papel le valió a Ustinov en 1965 un Oscar al mejor actor secundario.
La película se rodó en Boulogne-Billancourt Studios en París y en Estambul, Turquía.
Si bien la trama del robo es inventada, la daga posee una fascinación notable. Se destacan en esta joya las tres esmeraldas en el mango, que son grandes piedras de intenso verde, claridad y transparencia. Las esmeraldas superior e inferior tienen un corte en forma de pera. La esmeralda central tiene talla cojín de corte rectangular.
El esquema de esta disposición vertical de esmeraldas parece coincidir con la forma cóncava convencional de una daga, que le da un firme control sobre el asa.
En el extremo del mango hay una esmeralda en forma octagonal, colocada en forma de tapa que al abrirse deja ver un pequeño reloj. Alrededor de esta tapa y a los lados del mango hay hileras de diamantes. La parte trasera de la empuñadura esta hecha en oro esmaltado y nácar.
La longitud total de la daga es de unos 35 cm, incluida la manija. La cuchilla curvada de la daga puede ser algo más de dos tercios de su longitud, y encaja estrechamente en la vaina curvada. La funda está hecha de oro con esmalte y motivos florales con incrustaciones de diamantes. El motivo de la base de la funda se compone de 31 diamantes, en su mayoría de formas rectangulares dispuestos simétricamente. El otro motivo hacia la punta de la funda se compone de 21 diamantes, también colocados simétricamente.
La punta de la vaina curvada está ocupada por una gran esmeralda.
La daga de esmeraldas y la vaina que la cubre representan una obra maestra de las más altas tradiciones artísticas del arte de la fabricación de joyas, que alcanzó un estatus muy refinado en el siglo 17 del Imperio Otomano. Una cadena de oro con diamantes unido a la empuñadura de la daga realza el valor ornamental de esta creación.
Después de su lanzamiento, la película se convirtió en un éxito instantáneo de taquilla. La Daga de Esmeraldas y el Museo de Topkapi, donde la daga se muestra, estaban en todos los periódicos y eso dió un gran impulso a la industria turística turca.
Los turistas extranjeros que llegaban a Turquía siempre estaban ansiosos por ver la hermosa daga. Promotores de turismo y agencias de viajes de todo el mundo imprimían carteles publicitando la «Topkapi Esmerald Dagger”, postales con su imagen y réplicas de la daga también se produjeron y se convirtió en uno de los más codiciados recuerdos turísticos de Estambul.