Se sabe que a bordo del Titanic se encontraban algunas de las personas más ricas del mundo acompañadas de sus joyas. En 1987 se encontraron restos del Titanic, entre ellos un maletín Gladstone, con un fabuloso contenido: joyas del Titanic.
En junio de 1985, el Dr. Robert Ballard localizó el Titanic, formando después una empresa de salvamento, llamada la RMS Titanic Inc., cuyo objetivo fue recuperar elementos del Titanic. En 1987, en una de las expediciones de exploración y recuperación, fue hallado entre otros múltiples objetos, una bolsa de cuero que contenía solo joyas. Maravillosas piezas de orfebrería en oro, platino, ricas en piedras preciosas y algunas con esmaltes delicados.
Se desconoce a quién pertenecían la mayoría de las joyas, – salvo excepciones – pero la bolsa revela que los objetos de más valor se confiaban a un oficial de mayor rango, quien era responsable de vigilar el dinero y otros objetos de valor a bordo del barco. Se cree que este “encargado” llevó consigo la bolsa durante el naufragio, al cual no sobrevivió.
En el 2012, a los 100 años del naufragio del Titanic, se exhibieron dichas joyas y otras que habían sido recuperadas en inmersiones posteriores, en varias ciudades americanas: Atlanta, Orlando, Florida y Las Vegas. Hasta el día de hoy la historia del Titanic ejerce una especial fascinación. Admirar las joyas rescatadas nos remite a una época en la que viajar en la primera clase de un transatlántico debe haber sido una experiencia de sumo esplendor – en el caso del Titanic, lamentablemente la experiencia terminó en el trágico final que todos conocemos -.
Entre las piezas de joyería recuperadas se encuentra un anillo de platino con tres grandes diamantes, el diamante que está engarzado en el centro es de talla gota y los otros dos a ambos costados son de talla brillante. Los tres diamantes son de importante tamaño. Otro anillo con diamantes señala la dirección de lo que se llamará estilo Art Deco, se trata de un anillo perfectamente rectangular, con un gran diamante en el centro y varios a su alrededor, todos en talla brillante. Otro anillo con un bellísimo zafiro azul, rodeado de diamantes es digno de ser mencionado. Además se encuentran un collar en oro y diamantes y un brazalete, también en oro, con el nombre “Amy” escrito en diamantes.
Es de mencionar una cadena con varias pepitas de oro puro, que se supone perteneció a Margaret (Molly) Brown, quien sobrevivió al hundimiento, y que es uno de los personajes más recordados del viaje por su carácter aventurero, fuerte personalidad y activismo social. La mujer era, junto a su esposo, J.J. Brown, dueña de una mina de oro en Colorado. También figura un reloj de oro de bolsillo con iniciales grabadas perteneciente a Thomas William Solomon Brown, de 60 años, dueño de hoteles en Cape Town, en Sudáfrica, que viajaba junto a su esposa e hija para reubicarse en Seattle. Ambas mujeres fueron rescatadas del mar en un bote salvavidas, no así el esposo y padre, quien murió en la tragedia.
Yo diría que es bastante probable que hayáis visto en el cine el film “Titanic”, debido a que ha sido la segunda película con mayor recaudación en taquilla de la historia. En dicho film todo se articula alrededor de una joya maravillosa “El Corazón del Océano” y la historia de amor entre los dos protagonistas principales interpretados por Kate Winslet y Leonardo Di Caprio. Ahora bien, no solo esta joya, sino todas las alhajas y accesorios preciosos que se ven en el film son inspirados en la joyería del período eduardiano y nos dan una idea de cómo se utilizaban y que rol desempeñaban.
A la pregunta de si realmente estaba “El Corazón del Océano” en el Titanic, la respuesta es no. Pero si existió un diamante similar aunque nada indica que estuviera a bordo del Titanic. En el film se habla de un diamante azul, talla corazón de enormes dimensiones, que se afirma había pertenecido al poco afortunado monarca francés Louis XVI. Efectivamente en la corona de Louis había un diamante de grandes dimensiones, el cual después de que el soberano fuera guillotinado se desengarzó de la corona, se cortó nuevamente y uno de los trozos, tallado a corazón fue llamado “Coer de la Mer” (Corazón del Mar).
El collar usado por Kate Winslet en la película se encuentra actualmente en los archivos de la 20th Century Fox, compañía productora del film junto con la Paramount. Se trata de una creación de los joyeros londinenses Asprey & Garrad. Está hecho con un circonio cúbico (piedra sintética) engarzado en oro blanco. El costo del collar fue de 10.000 dólares. Los joyeros se encargaron además de realizar un collar con el diseño original de la joya del film, con un zafiro Ceilán de 170 quilates en forma de corazón rodeado de 65 diamantes redondos con un total de 36 quilates. El collar lo llevó Céline Dion en la ceremonia de los Oscar en 1998, donde cantó la canción de la película “My Heart Will Go On”. La joya se valuó en 2,2 millones de dólares y pertenece ahora a la hija de un rico cliente de Asprey. El joyero Harry Winston creó además una versión diferente con un diamante azul de 15 quilates, para que lo llevara la actriz Gloria Stuart en 1998 en la misma ceremonia de los Oscars. Ella es la que encarna los últimos años de la protagonista del film y que arroja al mar el “Corazón del Océano”. La joya fue evaluada en ¡20 millones de dólares!
Explican los historiadores que una relación amorosa en un transatlántico entre una joven aristócrata y un muchacho de clase baja en aquella época era prácticamente imposible… pero la película es preciosa, yo la he visto varias veces, sobre todo en días en que necesito creer en cuentos de hadas! Además… las joyas que se ven son absolutamente di-vi-nas!