El reloj Cartier de Jacqueline Kennedy, el cual usó durante décadas fue uno de los grandes reclamos de puja de la colección 21st Rare Watches en Nueva York.
El reloj más personal de Jacqueline Kennedy Onassis, un Tank Cartier que usó durante años, fue subastado en Nueva York, en el Centro Rockefeller, el 21 de junio por la galería Christie’s. La casa de subastas con presencia en 46 países lanzó esta pieza única, cuya puja se inició en 55 mil euros y cuyo propietario no ha querido revelar su identidad, dentro del catálogo de la 21st Rare Watches and American Icons.
Una parte de la venta será donada a la National Endowment for the Arts (NEA), una organización privada que promueve el arte y el talento americano.
Historia de un reloj ícono – El Cartier de Jacqueline Kennedy
En 1963, el príncipe Stanislaw Radziwill – más conocido como Stash– (quien en su tercer matrimonio se casó con Caroline Lee Bouvier Canfield, hermana de Jacqueline) le regaló a su cuñada Jacqueline un Tank Cartier para rendirle honor al esfuerzo por la marcha de las 50 millas de Palm Beach que realizaron juntos, que duró 19 horas y media. En la parte trasera del reloj aparece grabado en inglés: «Stash to Jackie, 23 Feb.63 2:05 am to 9:35 pm». La hora inscrita se refiere a la hora de partida y la de llegada de las 50 millas de Palm Beach.
El regalo fue correspondido por Jacqueline Kennedy con un cuadro pintado por ella misma, que data del mismo año y en el que se lee: «Jackie to Stash with love and admiration». Ambas piezas, hasta ahora desconocidas por el público, estuvieron juntas durante la subasta.
Sin embargo, para John Reardon -representante internacional de Christie’s, el Cartier de Jacqueline Kennedy tiene un valor más emocional que el arte del savoir faire relojero de la maison francesa. El Tank Cartier de la viuda de J. F. Kennedy, con el cual posó durante décadas en fotografías, está cargado de historia, amor y de cada una de las grandes emociones que han definido a esa generación llena de optimismo, esa que aún creía en que todo era posible; los del sentimiento can-do. Parte de ese sentimiento se veía reflejado en el ejercicio físico promovido por los Kennedy como forma de autosuperación personal. El senderismo por Palm Beach hizo eco entre los estadounidenses tras el mensaje positivo de J.F K. en pro del movimiento.
Cuando cayó el martillo…
… de la puja por el Tank Cartier de Jacqueline Kennedy cerrando finalmente la venta, el precio estipulado había alcanzado el monto de ¡379.500 dólares! Tres veces más de lo que había previsto la casa de subastas Christie’s de Nueva York, encargada de la operación.
Este reloj Cartier de Jacqueline Kennedy pertenecía al lote de las subastas de Christie’s de la sección: “Rare Watches and American Icons Sale”, (“Venta de Relojes Raros e Íconos Americanos”) la que cuenta con gran cantidad de aficionados entre coleccionistas y amantes de todo lo vintage que encierre una historia de algún V.I.P.