Las piedras preciosas son un regalo de la naturaleza. Algunas de ellas son verdaderos tesoros y cuando se habla de tesoros se piensa en las búsquedas de tesoros al otro lado del mundo, llenas de misterios, leyendas e historias sorprendentes … El Zafiro de Cachemira forma parte de esas piedras preciosas excepcionales donde sus maravillosas características se mezclan con sus historias y sus misterios.
Muchos son los expertos de acuerdo en decir que se trata del más bello Zafiro del mundo. Además de su gran belleza, sus tonalidades azules únicas que hacen de él el rey de los zafiros, el Zafiro de cachemira se ha convertido en una piedra rarísima. Convertirse en propietario de una de estas gemas es una misión para todos los coleccionistas amantes de las piedras preciosas.
Antes de partir para el Himalaya pasemos por la Cote d’Azur, a Mónaco, donde un Zafiro de Cachemira fue puesto en remate a fines del año pasado. El precio de base era de 150.000 €, la gema contaba con 10,81 quilates y estaba certificada por SSEF y Güblein. Finalmente encontró su adquisidor por 750.000 €. El comerciante de Diamantes suizo que efectuó la compra prefirió mantenerse anónimo. Esta gema alcanzó semejante precio no solo por su calidad excelente sino además – y sobre todo – por su escasez en el mercado de las piedras preciosas.
De esta manera lo afirma la experta gemóloga Chantal Beauvoix:
“Las minas de Cachemira están cerradas, no se encuentran más piedras como esa. Sobre todo en esta calidad y de ese color”
¿O sea que esas minas están cerradas y completamente agotadas? Vamos para Cachemira, esta región siempre en el corazón del conflicto indio-paquistaní.
Depósitos de Zafiro de cachemira a más de 4000 metro de altura
La Cachemira es una zona de tensión entre la India y el Pakistán desde hace muchos años que se encuentra a merced de los militares y los independentistas locales. Es más precisamente la región de Zanskar (parte hindú de Cachemira) que producía estos famosos Zafiros. Fue en 1881 que los primeros Zafiros de Cachemira aparecieron en el mercado de gemas. ¡Los montañeros los canjeaban por sal a partes iguales! ¡Imaginaos hoy en día canjear algunos kilos de sal por la misma cantidad en Zafiros! Los oriundos de la zona utilizaban estos corindones para afilar sus utensilios de trabajo. Su gran dureza (9 en la escala Mohs) permitía realizar este trabajo de afilar y pulir el metal. Hasta que en 1882 una unión de joyeros adquirió una gran partida de Zafiros por 90.000 dólares. A partir del año sucesivo el Maharajá de Cachemira echó mano a las minas, prohibió el comercio no controlado y envió su regimiento a custodiar los yacimientos de Piedras preciosas. La explotación del Zafiro de Cachemira duró hasta el 1979, luego se paralizó bruscamente. Se decía que los yacimientos se habían agotado. Años después se rumoreaba que nuevamente se habían vuelto a encontrar ejemplares y aparecieron esporádicamente algunos Zafiros de Cachemira en el mercado de las gemas.
Algunos de estos yacimientos fueron reabiertos hace algunos años. Se debe llegar hasta las minas de Padder a más de 4.000 metros de altura, atravesando el tremendo collar de Umasi a 5.300 metros de altura. Allí se encuentran una quincena de mineros, bajo vigilancia policial y militar, que explotan estas minas unos pocos meses al año cuando no hay nieve y el clima lo permite. La nieve dificulta el trabajo que a esas alturas se hace extenuante. Es posible extraer entre 50 a 100 gramos de Zafiro de Cachemira al día. Los mineros buscan en las venas de Kaolinita (silicato de aluminio de color blanco) donde se encuentran los más bellos ejemplares de Zafiro de Cachemira. Las piedras preciosas obtenidas son inmediatamente llevadas por la policía militar al pueblo más próximo que es Kichtwar. Las cantidades son minúsculas y esto explica evidentemente porqué se dice que el zafiro de cachemira es una de las piedras más raras del mundo. Pero para quien se sienta un cazador de piedras preciosas se murmura que en los alrededores hay decenas de minas abandonadas e inexploradas que probablemente contengan todavía piedras preciosas. Es más, yo estoy ya pensando en mis próximas vacaciones…
Un Zafiro del color incomparable
El renombre del zafiro de Cachemira responde en primer lugar a su color incomparable que lo convirtió en una piedra célebre mucho antes de su escasez. Su Azul presenta un aspecto sedoso, intenso, luminoso con un punto de violeta. Se encuentran algunas piezas en los mercados de gemas de India y Pakistán pero … atención a quién no es un verdadero conocedor! Este Zafiro puede ser ofrecido a un precio considerable, más la mayor parte de los Zafiros de Cachemira ofrecidos no son tales. Se trata de Zafiros Birmanos, (que son símiles a los Zafiros de Cachemira) tratados a difusión a 1.700 grados Celsius incluyéndole hierro y titanio para intensificar el color de la superficie de la piedra. Una rápida pericia exponiendo el zafiro en glicerina permitirá de ver los contornos azules oscuros muy marcados alrededor de la piedra lo cual pondrá en evidencia el tratamiento a difusión.
No me cansaré de repetir que una piedra preciosa debe venir acompañada de certificado de autenticidad emitido por una entidad seria que garantice la calidad y el origen de la gema.
Una aguda pericia gemológica
Los expertos pueden diferenciar un Zafiro de cachemira gracias a sus inclusiones. Para los entusiastas de gemología, en los zafiros de Cachemira se encuentran inclusiones de Turmalina dravita, de Pragasita (que solo se encuentra como inclusión en el zafiro de cachemira, el Rubí de Myanmar y el Rubí de Tanzania), de Zircón, de Alanita (muy rara, estos cristales solo se encuentran en el Zafiro de Cachemira), de Biotita, de Granate, y un óxido de Uranio que es la Uranita, que permiten determinar la naturaleza exacta del Zafiro que viene expuesto a luz Ultravioleta. Se notará además la presencia de bandas “milky”, inclusiones de rutilo y de finas partículas blancas llamadas “snowflake”
El Zafiro, piedra de la inmortalidad.
Para alejarnos de tanta especificidad técnica, os comento que el Zafiro de cachemira está cargado de profundo simbolismo. Para los hindúes es la Piedra de la inmortalidad y para los antiguos Persas el universo reposaba sobre un mar de Zafiros.
Por otra parte, esta piedra preciosas pareciera realmente inmortal ya que si bien había desaparecido hace décadas, declarada como agotada y extinta, ha renacido y emerge a maravillar nuevamente a todos los amantes de gemas, ¡esperemos que todavía por muchos años más!
