Colombia es el país exportador de las mejores Esmeraldas del mundo. La experiencia de adquirir en Bogotá una de estas Piedras Preciosas fue del todo sorprendente.
Mi dentista es colombiana y además de ser mi odontóloga es una querida amiga. Con ella visité el año pasado Colombia, un hermoso y exuberante país.
Lógicamente una de mis curiosidades era ir al Museo de la Esmeralda en Bogotá, ya que – nobleza obliga – no podía estar en la tierra de las Esmeraldas más bellas del mundo sin conocer el museo que se ha dedicado por completo a resaltar la belleza y la historia de uno de los símbolos colombianos por excelencia, pero del Museo os hablaré en otra oportunidad.
Mi amiga me acompañó y quedó enamorada de todo lo que vimos. Cuando salimos me dijo: “Yo no tengo ninguna joya con una Esmeralda Colombiana. ¡Y me encantaría poseer una!” Me vino casi automáticamente la necesidad de explicarle que en las colecciones de Juwelo tenemos maravillosos ejemplares de joyas exclusivas con Esmeraldas Colombianas, pero ella me respondió que la magia de la experiencia consistía justamente en comprar dicha gema en su país de origen. Yo debo reconocer que no soy demasiado “romántica” y que voy más a lo práctico, pero su argumento me convenció. Si estábamos en Colombia, ¿por qué no comprar una Esmeralda Colombiana?
Comprar una Esmeralda en Colombia es una experiencia interesante
Lo primero que hicimos fue preguntar a todos sus familiares y amigos donde ejecutar dicha compra y allí vino la primera sorpresa: ¡Ups! ¡Nadie había hecho algo tan sencillo como ir a comprar una Esmeralda al centro de la ciudad!
Pues no nos desanimamos y nos plantamos en el bellísimo barrio histórico de La Candelaria a peregrinar de joyería en joyería. Obviamente cada visita se alargaba, ya que mi amiga quería ver Esmeraldas y a mí me interesaban no solo las gemas sino las charlas con los joyeros, todos expertos en piedras preciosas. Uno de ellos me contó que aunque la talla, la transparencia y el peso son significativos, lo que da el verdadero valor a las Esmeraldas Colombianas es su color intenso. Los matices de amarillo o azul pueden influir negativamente en el precio de la gema. La segunda experta me explica que desde el 2008 el “Centro de Desarrollo Tecnológico de la Esmeralda Colombiana” extiende un certificado que evita que te vendan “gato por liebre”. El tercer experto me informa que gracias a este certificado los turistas, una vez regresados a su país de origen en caso de descubrir un engaño están en grado de denunciarlo a la policía y a la embajada gracias al número de registro y al sello del establecimiento. Otra persona del sector me explica con mucha animación que el certificado se ha vuelto indispensable ya que en los últimos años mediante irradiación y uso de resinas para rellenar grietas hay quienes simulan una mayor calidad de la que realmente la piedra preciosa tiene y los extranjeros no notan el engaño de inmediato.
Otra de las constantes en nuestro peregrinaje por las joyerías fue la denominación “Muzo”. Cada vez que nos mostraban una excelente Esmeralda aparecía mágicamente la palabra Muzo a continuación, y es que las Esmeraldas de esta región del Municipio de Muzo en el departamento de Boyacá son las más codiciadas en el mercado internacional. Se trata de piedras preciosas que fueron extraídas en esta zona ya desde los tiempos de sus habitantes originarios, los indios Muzo, mucho antes de la colonia española. Esta etnia indígena pasó a la historia por su carácter rebelde. Luego de una cruenta guerra que duró más de 20 años los españoles consiguieron someter a los Muzo, pero todavía pasarían varios años más hasta que los derrotados desvelaran las fuentes de extracción esmeralderas. Hoy la Esmeralda Muzo es reconocida mundialmente en el mercado de las piedras preciosas como una de las más exquisitas Esmeraldas de Colombia.
Caigo en la cuenta que todas las personas con las que hemos hablado siempre se refieren a compradores “turistas” o “extranjeros”. Mi amiga, algo molesta, reivindicó su nacionalidad de colombiana y allí fue cuando uno de los expertos nos enfrentó a las cifras estadísticas. Las Esmeraldas Colombianas son compradas desde Tokio o Nueva York y además agregó: “llegan todos los años nuevos expertos cazadores de gemas que vienen de Europa y Asia a adquirir nuestras Esmeraldas en cantidades contundentes, las ventas a privados colombianos son la excepción y no la regla”.
Las ventajas de la alta tecnología
Finalmente en una prestigiosa joyería mi amiga sucumbió ante un ejemplar maravilloso, de extraordinario color verde jungla, con imponente luminosidad proveniente de una de las famosas minas de Muzo. El experto vendedor sometió la gema delante de nuestros ojos a un aparato electrónico, que era una especie de detector de gemas auténticas. El instrumento era una especie de rayo láser el cual evaluaba en una pantalla la calidad de la Esmeralda.
También en esta circunstancia salió el tema de que las Esmeraldas Colombianas no se encuentran a disposición del mercado local, el joyero especialista que nos atendió nos comentó que “las bellísimas Esmeraldas Colombianas están en las vitrinas de las grandes marcas expandidas por el mundo entero. Este es el mundo en que vivimos – agregó con algo de amargura en la voz nuestro interlocutor – un mundo en el que el mejor vino, el mejor té, el mejor ébano, el mejor jamón, la mejor seda o los mejores Diamantes son para exportación” Mi amiga – la dentista – a este punto se había puesto decididamente brava y cuando luego nos sentamos en un café a festejar su compra mi amiga aprovechó para remarcar: “las mejores cafeteras del mundo son italianas, pero el café de Colombia sigue siendo el mejor del mundo… Yo sonreí para mis adentros y pensé en las joyas con esmeraldas con los que Juwelo cuenta en sus colecciones y que son puestos al alcance de gente de todo el mundo,… ¡incluidos los colombianos!