Es difícil hoy imaginarse la inmensa riqueza que llegó de las Américas durante los siglos XVI, XVII y XVIII al viejo continente. Hemos leído y aprendido en el colegio acerca de las minas de oro y plata y demás tesoros que tanto la corona española como la portuguesa obtuvieron del nuevo continente, pero es imposible darse una verdadera idea de la magnitud.
Un indicador fue la recuperación del navío Nuestra Señora de Atocha, hundido en 1622 y rescatado del fondo del mar entre Cuba y Florida a mediados de los años 80 del veintésimo siglo. A bordo se encontraban 3000 kilos de plata en barra y alrededor de 200 kilos de oro! Estamos hablando de UN solo navío de los cientos y miles que atravesaron el Atlántico cargados de tesoros como éste.
El gran desafío era ciertamente protegerse de los piratas (en su mayoría ingleses). En este caso se usaba cruzar el océanos en flotillas, el navío cargado de tesoros era acompañado por navíos mas ligeros que hacían las veces de „body guards“ contra los barcos piratas. Éstos últimos consideraban de lo mas rentable el negocio de apropiarse de los navíos imperiales españoles y no retrocedían ante el riesgo ya que valía la pena alzarse con uno de estos barcos cargados y prácticamente „sanearse“ de por vida.
Metales preciosos
Tanto la regiones de lo que hoy son México como Perú fueron los principales objetivos del saqueo español en su sedienta búsqueda de oro. Las civilizaciones Inca (Perú), Azteca y Maya (México y Guatemala) tenían una antigua cultura orfebre que llamó de inmediato la atención de los recién llegados. En Potosí, en la actual Bolivia, los colonizadores descubrieron una inmensa montaña, donde tuvo lugar la extracción de plata mas espectacular de la historia de la colonia.
Los conquistadores se encontraron con verdaderas obras maestras de orfebrería indígena, ingenua y delicada, pero es muy poco lo que sobrevivió de ello. Las piedras preciosas eran minuciosamente extraídas de las joyas autóctonas y el oro era convertido en barras para facilitar su transporte al viejo continente. Pocos fueron los ejemplares de joyas originales que llegaron invictos a la corte. Carlos V coleccionó algunos de ellos, y los expuso en Bruselas en 1520, donde lo pudo ver Albert Durero dejando expresa su admiración en un largo informe acerca de su visita.
Magia verde
Pero entre las riquezas que llamaron la atención de los conquistadores se hallaban maravillosos ejemplares de Esmeraldas, de una calidad jamás vista anteriormente. Estas bellas piedras verdes decoraban joyas y utensilios rituales de la nobleza de las grandes culturas indígenas. A pesar de las torturas a las que fueron sometidos los indígenas, éstos se negaron a develar el origen de las piedras. Sólo varias décadas mas tarde los usurpadores descubrieron por casualidad las minas que contenían Esmeraldas y que habían sido celosamente ocultadas a los recién llegados. No olvidemos que la Esmeralda era considerada por los pueblos autóctonos Piedras Sagradas, transmisoras de poderes divinos. Recién en 1567 Antonio de Sepúlveda descubrió por casualidad los yacimientos de Muzo y Chivor, en la actual Colombia, hasta hoy conocidas como las „viejas minas verdes“. La extracción se demostró difícil, ya que las minas se encontraban en una hostil región selvática. Pero cuando llegaron los primeros ejemplares de Esmeraldas del nuevo continente a Europa fue tal el furor que ocasionaron, que a pesar de todas las dificultades que representaba su extracción en aquella época, se inició sistemáticamente la actividad minera de esta piedra preciosa. Con gran velocidad la fama de las Esmeraldas del Nuevo Continente dio la vuelta al mundo. De las más lejanas regiones del globo llegaban los encargos de adquisición de estas nuevas protagonistas de la joyería mas opulenta y lujosa. El precio de la Esmeralda del Nuevo Continente llegó a extremos jamás vistos.
La actualidad de la Esmeralda Colombiana
Hasta el día de la fecha no ha sido encontrada en el mundo una Esmeralda que supere en calidad la Esmeralda Colombiana. Es en la misma región de antaño y en sus zonas aledañas donde estas maravillas de la naturaleza continúan siendo extraídas. Colombia lidera hasta la fecha la extracción mundial de Esmeraldas contando con el 55% del total.
¿Por qué la Esmeralda Colombiana sigue siendo objeto del deseo de grandes coleccionistas? Esa pregunta se contesta fácilmente: Solo debéis admirar el color y la belleza de estas gemas increíbles y veréis que su esplendor ¡no se puede comparar con ningún otro!