La cultura china del jade posee una larga tradición, en gran parte influenciada por los diferentes significados que el jade asumió durante sus diversos períodos históricos.
En la cultura china, el jade simboliza la nobleza, la perfección, la constancia, y la inmortalidad. Se cree que uno de los ocho inmortales, Ho Hsien Ku, obtuvo la vida eterna mediante polvo de jade pulverizado. Durante milenios, el jade ha sido una parte íntima de la vida de los chinos de todas las categorías y clases. Es considerada como la más espiritual de todas las piedras preciosas.
A finales del período Neolítico, los gobernantes, que poseían poderes religiosos y militares, crearon objetos de veneración hechos de jade: un disco redondo llamado pi y un tubo cuadrado denominado tsung, fueron diseñados para ilustrar la creencia de que el cielo era redondo, y la tierra cuadrada. Estos objetos servían para honrar los espíritus del cielo y de la tierra.
Los artesanos de la cultura china que trabajaban el jade, representaban imágenes divinas en sus obras e incluso grababan marcas significativas como una forma de veneración.
Ellos intentaban dominar las fuerzas místicas del jade con la esperanza de comunicarse con el reino espiritual y participar en la sabiduría divina.
La posición de un individuo en la sociedad antigua estaba determinada por su nivel de percepción con lo sobrenatural. El ritual de oración li estableció canales de comunicación entre lo mundano y lo espiritual, y fomentaba las relaciones armoniosas en la sociedad.
Tanto en el altar ancestral, sitio de adoración tradicional, o en una reunión convocada por un gobernante, los objetos de jade asumieron un significado metafísico y formaron parte integral de la ceremonia de adoración. Eran considerados objetos rituales.
El concepto de humanismo apareció durante la dinastía Chou del Este (770-221 a. de C.), reestructurando las antiguas prácticas chamanistas en un sistema de creencias morales con aplicaciones a la vida cotidiana. Los intelectuales confucionistas de esa era hacían comparaciones entre los hombres virtuosos y el jade, a manera de analogía, de allí el origen del proverbio chino: «El caballero de la moral es como jade».
De acuerdo con una antigua leyenda china, el Fénix y el Dragón son animales que fueron la fuente de vida de clanes familiares. Por esta razón, el jade se utiliza a menudo para tallar Fénix y Dragones usados como adornos.
La clase intelectual de la dinastía Song (960 y 1279) exaltó el uso del jade. Los motivos de flores, pájaros, hombres y paisajes, son los más frecuentes en los hogares de los literatos.
Dado que el jade venía principalmente de piedras de los ríos, los artesanos acomodaban sus técnicas de tallado de acuerdo a las diferentes formas que encontraban.
La Jadeíta del norte de Birmania fue importada en grandes cantidades a China durante el siglo XIX, y rápidamente encontró admiradores que continúan atesorando su belleza. Los adornos de jade siguen siendo populares en la actualidad.
Hoy en la República de China, el uso del jade es muy común. El jade es visto como un regalo ideal entre las parejas y también para los hijos cuando se casan.
Incluso hoy, los chinos mantienen la idea de que además de ser hermosa, el Jade puede proteger de la desgracia y traer buena suerte.