La fluorita esperanza es una de las gemas que más amo y el hecho de que se encuentre exclusivamente en Argentina, y de que yo me estuviera allí en ese momento, me alentaron a visitar la zona, de donde según mis informaciones, proviene esta gema: La Toma, provincia de San Luís, Argentina central levemente hacia el oeste.
Yo me encontraba en la ciudad de Córdoba y llegar hasta La Toma requirió un viaje de cinco horas atravesando el “Camino de las Altas Cumbres”, a una altura de alrededor de más de 2300 metros, por una ruta sinuosa enmarcada de montañas. ¡El paisaje era deslumbrante! Atravesados los cerros, una ruta recta en plena llanura nos llevó a La Toma. Impresionante ver las interminables llanuras a ambos lados del camino y donde a lo lejos se recortaban las montañas azuladas que apenas una hora antes habíamos atravesado.
La Toma es un pueblito de lo más pintoresco. Calles arboladas, casas antiguas, un clima benigno y un sol amable nos acompañó en el recorrido que incluyó un embalse de agua cristalina. En pocas palabras: un sitio hermoso. Su calle principal se llama “Avenida del Mármol Ónix”. No olvidemos que es una importante región minera de Argentina, con gran riqueza en ónix y mármoles varios, además de otras gemas como una excelente calidad de cuarzo rosa y cuarzo blanco. Estas piedras eran ofrecidas en diferentes trabajos de tallado y piezas en cabujón en los escaparates de algunas tiendas de dicha avenida. Para mi sorpresa encontré poca fluorita y ninguna fluorita esperanza. Pregunté en los alrededores. Me hablaron de una mina de fluorita en las cercanías, pero nadie conocía lo que yo estaba buscando: la fluorita esperanza. Esa piedra preciosa de exquisita cristalización y de un color verde esmeralda que te quita el aliento de tan bella. Al ver la decepción dibujada en mi rostro el último tendero que visité me habló de “la persona indicada” para estos casos: Armando Gil. “Si don Armando no conoce lo que usted está buscando entonces lo suyo es una causa perdida” comentó mi interlocutor, me indicó donde encontrar a don Armando y se despidió deseándome suerte.
Don Armando tiene una mirada tan serena como profunda. Con cierta timidez me respondió “soy yo” cuando pregunté por el señor Armando Gil y cuando indagué sobre la fluorita esperanza se le iluminó el rostro en una sonrisa de oreja a oreja: ¿Pero de donde viene usted que conoce esa piedra? Y tomó de uno de los estantes una enorme pieza, un cisne tallado en fluorita, la cual mostraba una pequeña veta de verde intenso.
Don Armando: esta pequeña veta de color verde esmeralda es fluorita esperanza.
Efectivamente, el color de la pequeña faja se diferenciaba vehementemente de los otros matices del resto de la pieza.
d.A.: hace ya algunos años que encontré fluorita de este color, pero muy poca, ya que se trata de una calidad poco usual en este tipo de mineral. Me la vinieron a comprar de afuera, por ese motivo es que no es conocida en la zona.
Juwelo: ¿Se acuerda a quién la vendió?
d.A.: si, porque llegó con un comprador de gemas con el que yo había colaborado antes. Era un hombre de origen americano…
J.: ¿Y su nombre no sería Don Kogen?
d.A.: ¡Exactamente! ¡Don Kogen!, que llegó con Tony, y lo recuerdo porque solo quiso calidad premium, todas las piedras que se llevó fueron de perfecta cristalización y de un color hermoso. Fue una compra muy exigente a lo que se refiere calidad. El menor cambio de tono en el color y él descartaba la piedra.
J.: ¿Se consigue todavía extraer fluorita esperanza?
d.A.: en la práctica es muy difícil… este tipo de fluorita es muy raro y en la mina donde la encontramos lamentablemente no se trabajó bien, lo que creó un precipicio por donde los trabajadores bajaban atados de cuerdas, lo que hacía muy difícil la extracción del material, además de arriesgado.
J: ¿Se podría decir que la fluorita esperanza es una piedra exclusiva entonces?
d.A.: si, es muy rara y la calidad de su cristalización es muy difícil de encontrar… además, tenga en cuenta que las vetas de este color son muy pequeñas, así que de cien kilos se puede sacar con suerte un kilo… y eso es material en bruto, luego del corte y la talla queda aún mucho menos.
Yo estoy emocionada de haber encontrado quien proveyó de fluorita esperanza a nuestra empresa. No se que decirle, saco fotos de todo lo que encuentro a mi alrededor, ¡que son por supuesto piedras hermosas! Quiero documentar el momento con una foto junto a él. Don Armando me deja hacer, mirándome divertido y paciente.
Me detengo en un anillo con una piedra de intenso color rosa-rojo y Armando me explica que se trata de una rodocrosita, la piedra nacional de la Republica Argentina. Me dice que incluso hay más bonitas que esas, pero que él ya hace tiempo que no ha visto más en esa calidad.
Dejo La Toma y sus maravillosos alrededores con un sentimiento de profunda gratitud por la generosidad y la gentileza con que fui recibida.
Aquí os dejo este pequeño reportaje que espero os haya gustado mientras yo guardo en mi corazón la secreta esperanza de volver.