¿Cómo elegir correctamente un rubí? Desde hace ya un tiempo que vengo evitando envolverme en esta especie de monumento a las piedras preciosas que es el rubí.  Esta gema abarca todos los superlativos según los expertos y los profesionales de la joyería. Mi experiencia en este ramo es de apenas un año y desde que leo y me informo sobre piedras preciosas encuentro siempre el mismo esquema a seguir a la hora de elegir un rubí: que tenga un color que sea más bello que el de los otros: “sangre de pichón”,  una región que produce los más hermosos ejemplares de rubíes del mundo: La Birmania, atención a los quilates, los rubíes son extremadamente raros en grandes dimensiones, etc…

El primer criterio a tener en consideración a la hora de elegir un rubí: su color.

Yo admiro nuestras joyas con rubíes y quedo fascinado de la belleza de esta piedra preciosa, pero no solamente por el esplendor del rojo, sino por la variedad en la gama de tonalidades que puede llegar a presentar. ¿Por qué entonces debe tener un rubí el famoso color “sangre de pichón” y relegar los otros rubíes que se han formado en una gama diferente de coloración al rango de piedras preciosas secundarias?

Fue leyendo una historia real de nuestro amigo Gavin Linsell (autor del Libro “El Mundo de las Piedras Preciosas”) que conseguí finalmente tomar coraje para lanzarme al ataque de este monumento. Él narra el viaje de una dama americana llegada a Tailandia para comprar los rubíes más bellos para sus nietas. Durante el mes anterior a su viaje, ella había estudiado todo lo concerniente acerca de esta gema y así conocía de memoria las recomendaciones dadas normalmente a la hora de elegir rubíes. Llegada al mercado de piedras preciosas recorrió diferentes vendedores de rubíes y continuó a recoger información para estar segura de adquirir las piedras perfectas. Finalmente encontró a Gavin y se decidió por un tipo de rubí. Todavía a la hora de tomarlos ella dudó nuevamente, y Gavin le preguntó por qué aún tenía dudas. La dama respondió con cierta reticencia que no estaba segura que las piedras elegidas por ella eran realmente las más bellas, los mejores rubíes, ya que en nombre de buscar a toda costa los “rubíes perfectos” ella había olvidado cual era el color que ella deseaba para los rubíes de sus nietas. Por lo tanto, poco importa el color “sangre de pichón”, el color perfecto es el color que a nosotros nos gusta, aquel que nos seduce a la hora de buscar una piedra preciosas de color rojo. Y en este caso los rubíes nos ofrecen una gama extraordinaria de rojos. Sería verdaderamente lamentable reducirse a un criterio tan estrecho definido por los así llamados “expertos”, cuando en realidad se trata de una cuestión de gusto personal. Ignoremos en este caso los consejos de los especialistas y exploremos juntos las bellezas que nos ofrece esta gema. Los rubíes “sangre de pichón” son espléndidos, sin duda, pero ¿por qué considerar éste el color ideal a la hora de elegir un rubí?

Comparación rápida de diferentes rojos cámara en mano, con el apoyo de la fotografía.

Primera etapa, examinar los ejemplares de nuestras colecciones para ver la riqueza de color que nos propone la “reina de las piedras preciosas”. Observo a menudo nuestras gemas en las fotos de nuestra página web de ventas online, pero verlas a la luz natural es siempre una experiencia enriquecedora. Elijo algunas joyas engarzadas de rubíes, de diferentes países para observarlas en conjunto.

Aquí la prueba de que los Rubíes son bien diferentes unos de otros Pero… ¿Cuál es el más bello? Yo tengo mis preferencias, pero las mías ¿serán también las vuestras? No es de sorprenderse ya que el rubí es una piedra preciosa que muestra un fuerte pleocroísmo (diferentes tonalidades según el ángulo de luz bajo la cual se observe la gema). Por lo tanto siempre se tendrá el famoso “rojo rubí” pero a veces con tonalidades de anaranjado, o con reflejos de un rojo-marrón o rosa o violetas bien marcados. El color secundario siempre presente es responsable de un 20% del color. Volveremos a este tema al final del artículo para comparar estas piedras y sus diferentes variedades según el sitio de extracción.

El segundo criterio a tener en cuenta para elegir un rubí: su luminosidad

 

Si bien el color puede ser discutible, la luminosidad tiene más unanimidad. Entre más luminosa y transparente es la gema,  más subirá el precio a las nubes. Los rubíes son piedras preciosas de tipo II, eso quiere decir que cuentan con inclusiones a simple vista. Entre menos inclusiones tenga, más clara será la gema y de esta manera más rara y más codiciada. Pero atención, eso no quiere decir que ciertas inclusiones hagan un rubí de menor calidad. No olvidemos que las inclusiones son un fenómeno natural en la formación de gemas, ciertas inclusiones consiguen de golpe darle a la piedra un carácter superior. Colocada en el sitio correcto, con una forma original y discreta, una inclusión puede dar un campo suplementario a la contemplación de vuestro rubí. Nuestro amigo Gavin Linsell regaló a su esposa un rubí con pequeñas inclusiones de las cuales él está muy orgulloso. Su rubí adquirió de esta manera una identidad, una personalidad y se transformó en una piedra verdaderamente única. Como en el caso del color también aquí es bastante personal la decisión, claro que todos sabemos que una bella gema sin demasiadas inclusiones y con una intensa luminosidad será siempre una piedra preciosa de primer nivel.

 

El rubí: la piedra de la noche

Es un fenómeno sorprendente que el rubí consiga una dimensión diferente de noche. El brillo del rubí cuando se pone el sol, rinde una gema de noche, de fiestas y galas. No es de sorprenderse que se la compare con las alfombras rojas de las premieres y de los grandes festivales de cine. Los rubíes forman parte de este tipo de piedras preciosas que llaman la atención. De inmediato el ojo detectará la presencia de un rubí en un bello anillo, en una gargantilla o un par de pendientes, ya que un buen estilista sabrá aprovechar con el peinado la presencia de rubíes entre bucles, mechones de cabellos o rodetes.

Un deseo que os llevará a adquirir un rubí de VUESTRA preferencia. Comprar un rubí debe ser algo parecido al amor: un momento de felicidad y pasión. Reflexionad acerca de qué tipo de rubí que es vuestra piedra ideal. Como yo hablo muy seguido con mis amigos que han adquirido rubíes, escucho siempre del placer que han sentido a la hora de aportar esta piedra tan única a sus colecciones de joyas y se sienten infinitamente orgullosos de poseer finalmente entre sus alhajas esta “reina de las piedras preciosas”. Un color que a vosotros os guste, una buena luminosidad y un momento de placer, estos son los criterios para elegir un rubí, veamos entonces las diferentes variedades de rubíes para que así podáis orientaros mejor a la hora de elegir el vuestro.

Diferentes variedades y características de los rubíes

 Antes de describir las diferentes variedades de los rubíes es importante remarcar que contrariamente a otras piedras preciosas que son idénticas si vienen de un mismo yacimiento, se pueden encontrar rubíes bien diferentes en el seno de la misma región o incluso de la misma mina. Una bella piedra de reflejos anaranjados podrá encontrarse muy cerca de un rubí con tonalidades de rosa. Agregaremos que la dimensión de la piedra juega un rol primordial en los efectos de color obtenidos. No voy a profundizar sobre esto en detalle, podéis encontrar variedad de artículos en “El Mundo de las Piedras Preciosas” de Juwelo que explican este fenómeno. Comencemos por el más famoso de los rubíes:

Rubí de Mogok (Birmania)

Este ejemplar muestra un brillo rojo intenso, teñido de rosa, con algunos reflejos azules que lo hace una piedra preciosa excepcional. Lamentablemente la Junta Militar Birmana que estuvo enquistada en el poder por mucho tiempo ha hecho que esta gema tan rara y requerida sea extremadamente costosa. ¡Aviso a los coleccionistas!

Rubí rojo de noche (Camboya)

Este Rubí presenta un rojo moderado con remarcables reflejos de anaranjado. Esta mezcla muy bien equilibrada ha convertido esta gema en un ejemplar delicado con reflejos canelas y dorados según el ángulo de luz desde el cual se la observe.

 

Rubí de Chantaburi (Tailandia)

Tailandia se ha convertido en uno de los sitios más prestigiosos a causa de su mercado de piedras preciosas en particular de sus Rubíes. Esta tipología de Rubí muestra un rojo con tonos secundarios de brunos y violetas. Cuenta con inclusiones a la vista.

 

Rubí de Sri Lanka

Los yacimientos de rubíes de Sri Lanka son los más antiguos del mundo. Generalmente estos rubíes son bien claros, con tonalidades de color rosa-frambuesa.

 

Rubí de Tanzania y Rubí de Tanzania AAA

Se trata de la nueva “Star” en el mercado del Rubí. Posee un rojo brillante, luminoso, con una mezcla increíble de tonos de rosa brillante y anaranjado discreto. Os confieso que se trata de mi preferido, se acabó el secreto: el Rubí de Tanzania es el que a mí más me gusta.

 

Rubí de Malawi

Es un rubí con un bellísimo rojo profundo con discretas tonalidades de rosa-violeta.

Rubí de Madagascar

Con excepción de algunos ejemplares rojo intenso, la mayor parte de los Rubíes de Madagascar tienen un color rosa bien pronunciado. Para todos los amantes de los tonos rosa: esta es vuestra piedra preciosa perfecta. Algunos ejemplares poseen además algunas tonalidades que van del bruno al violeta. Son en general rubíes que presentan muchas inclusiones.

 

Rubí de Orissa

Y terminaré con el Rubí de Orissa, un rubí de la India que presenta frecuentemente un fenómeno de Asterismo de imponente belleza. Los amantes del asterismo, o fenómeno “estrella” quedarán encantados de estas finísimas piedras preciosas las cuales lucen un efecto cautivante. Su color es acentuadamente violeta con reflejos rojos.

¿Y vosotros? ¿Cuál es vuestro rubí preferido?