Se ha afirmado que la joyería puede reflejar la sociedad de la que se es parte. Es una reflexión interesante que se expresa de diferentes maneras en las diversas culturas. La joyería africana se diferencia sustancialmente de la joyería hindú por ejemplo. Hoy os llevaré por una identidad joyera de lo más interesante: la joyería en Israel.
Al inicio eran los artesanos islámicos quienes en la región se encargaban de realizar pequeñas joyas-souvenir para los peregrinos cristianos que pasaban por Jerusalén. Luego el Sionismo creó la Escuela Bezabel de Arte y Artesanías que con diferentes nombres y dirigentes fue el sitio que más influenció la joyería de Israel.
Esta escuela inició con motivos “hebreos” propiamente dichos, por ejemplo el diseño de joyas inspiradas en las letras del alfabeto hebreo. Con la llegada del nazismo en Alemania, muchos de los judíos alemanes que consiguieron salir del país y llegaron luego a Israel trajeron consigo una fuerte influencia de la corriente “Bauhaus” donde prevalecía la simplicidad de formas y la estilización modernista.
Pero luego de establecido el estado de Israel, inmigrantes de todos los ángulos del mundo llegaron al país. Cada sector traía sus propias raíces culturales las cuales fueron expresadas también en la joyería. Los inmigrantes de Yemen, por ejemplo, contaban con una tradición joyera islámica centenaria, que al mismo tiempo fue “ajustada” al gusto de las mujeres de la época por otros artesanos joyeros. Prácticamente las piezas se desmontaban y se remontaban de una manera más contemporánea. Una de las primeras diseñadoras contemporáneas que se hizo eco de estilos tradicionales usando componentes no tradicionales fue Finy Leitersdorf.
En los años 60 se comenzó a experimentar con materiales diferentes como plexiglás y objetos encontrados acaso integrándolos en un diseño nativo que tuvo su desarrollo durante dos décadas. Aquí la influencia del “Bauhaus” comenzó lentamente a diluirse y la joyería israelita pasó a definirse por sí misma insistiendo en la multiculturalidad de sus raíces e impulsando un movimiento del todo nuevo. Cuatro son las representantes más conocidas internacionalmente de la joyería israelí contemporánea:
Bianca Eshel Gershuni, Vered Kaminski, Esther Knobel y Deganit Stern Schocken. Las cuatro pertenecen a la generación de los nacidos en Israel – o llegados desde muy pequeños.
Efectivamente se puede decir que la joyería en Israel ha recorrido un largo camino desde la joyería hebrea inicial pero es interesante ver hoy que quedan aún muchas influencias en el uso de plantas o imágenes religiosas aunque ahora elaboradas en manera más abstracta. Estas piezas se inspiran tanto en el Israel urbano como el rural. Son trabajos en muchos casos narrativos, como el caso del collar de Knobel que “asemeja a los collares de agujas de pinos hechos por los niños en Israel”. A partir de que se trata de un país donde el conflicto ha sido desde siempre omnipresente el tema de la guerra es también una variante en las creaciones. Así es como vemos malla de acero protectora o latas de bebida trituradas entre los materiales usados en las creaciones.
Fue para mí de los más refrescante encontrar la citación del inicio de este artículo en el libro de la historiadora Iris Fishof, “Juwellery in Israel”, que os recomiendo si os ha gustado este artículo y queréis profundizar el tema.