¿Cómo cuidar nuestras joyas con productos cotidianos sin arriesgarnos a perjudicarlas?
Descubrid los secretos astutos de nuestras adoradas abuelas.
Limpieza de metales preciosos
Limpieza del oro
Miga de pan, jugo de cebolla, levadura en polvo, dentífrico y más simple aún agua con jabón son medios que podemos utilizar para la limpieza de nuestras joyas de oro.
Con respecto a la miga de pan, basta frotar la joya con ésta. Para el resto, la manera de limpieza es universal: aplicar el producto directamente sobre la joya, frotar delicadamente, enjuagar abundantemente y finalmente secar y limpiar el oro con una gamuza o un paño suave.
Limpieza de la plata
Otra de nuestras compañeras nos ha ofrecido un método natural para limpiar las joyas en plata ausentes de gemas. Para ello necesitareis:
- Un recipiente
- 1 dosis de bicarbonato por 2 dosis de sal
- Papel de aluminio
- Agua hirviendo
Cubrid el fondo del recipiente con la hoja de aluminio, la parte más brillante para abajo. Colocar la joya de plata en el recipiente. Colocar la mezcla de bicarbonato y sal sobre la joya. Agregar el agua hirviendo. En este instante se producirá una reacción química y la oxidación de la plata se depositará sobre el papel de aluminio. Dejar actuar el preparado por 10 minutos. Enjuagar abundantemente con agua caliente. Lustrar la joya con una gamuza o un paño suave.
Limpieza de las piedras preciosas
Mejor prevenir que curar
Antes de comenzar con la limpieza os aconsejamos:
Guardar su joyería en sus estuches originales. En caso de quitarlos de sus estuches por un problema de espacio os aconsejamos envolver cada joya separadamente en papel de seda para evitar que las gemas se friccionen entre ellas.
Quitarse anillos o brazaletes a la hora de lavaros las manos. Los restos de jabón sin enjuagar pueden perjudicar las piedras preciosas.
Limpieza y precaución
Obviamente no hay nada como las recomendaciones de un especialista y cada piedra preciosa cuenta con sus propias características. Por lo tanto tened mucha atención y cuidado de seguir las indicaciones descriptas en el siguiente enlace: Cuidado de las joyas
En caso de duda, dejad que un especialista se encargue del trabajo de limpieza de vuestra alhaja.
El próximo consejo hace apelo a vuestro buen sentido. No olvidéis verificar a la hora de la limpieza de vuestras joyas si el desagüe de vuestro lavabo está cerrado, ya que puede suceder un accidente muy rápidamente.
La limpieza con agua jabonosa, ligeramente acentuada con amoníaco (una cucharada en un litro de agua) devolverá brillo a vuestras joyas. Podéis además serviros de un paño embebido en alcohol a 90° como alternativa.
Los cepillos, los productos químicos y la exposición a una luz demasiado intensa son de evitar ya que todas estas cosas pueden dañar vuestras piedras preciosas, rasgarlas e incluso romperlas.
Otro consejo que debemos tener en cuentra es el de abstenernos a usar joyas a la hora de realizar los trabajos domésticos o de jardinería.
¡Mucha atención con los ópalos! Estas piedras preciosas son sensibles a los productos detergentes. Nunca limpiar un ópalo con un producto que lo puede afectar y usad el agua con precaución. Lo mejor es usar un paño seco o levemente humedecido.