28Sep 2015
Los colores de las piedras preciosas es lo que me inspira
¡Nueva ciudad, nueva vida, nuevo trabajo! Personajes de todo tipo pasaban por delante de mi mesa en la primera cafetería que encontré y esto hizo que me diera cuenta de donde estaba. Había llegado casi por casualidad y sin intención de quedarme en Berlin, lugar desde el que trabajo hace algunos años, y aunque ya había vivido en otras cuidades europeas, esta ciudad me cautivó.
Mi nombre es Begoña Florido y soy parte del maravilloso equipo de Juwelo España. En este blog intentaré contagiarles la pasión que ha despertado en mí el mundo de las joyas, algo que empezó como empiezan muchas cosas, por curiosidad.
Tal como el viajero que mira un mapa con emoción pero sin estar seguro de lo que realmente encontrará, así nos sentimos investigando y compartiendo con ustedes aquello que nos interesa.
¿Pero cómo no me iba a enamorar de las piedras preciosas? He de aclarar que vengo de las Islas Canarias, y en las piedras preciosas encuentro los colores con los que crecí: el azul del mar en las aguamarinas, el naranja intenso de la lava en los ópalos de fuego o el misterioso color del diamante negro como la piedra volcánica.
A veces la cosas no pasan por casualidad. La primera vez que me tropecé con una señora de ojos azules que llevaba colgando de su cuello un collar de rubí, esbozé una sornisa, imperceptible para el resto de los presentes, pero ella debió intuir que me había fijado en la gema, y me preguntó si me gustaba.
Le dije que me encantaba y que trabajaba diariamente con ellas. Cuando la señora se levantó para irse y pasó a mi lado me dijo “ hablas con mucho entusiasmo sobre este tema, quizá deberías escribir sobre él”.