La Revolución Francesa ocasionó un quiebre profundo en la producción de joyas en Francia. Los Diamantes desaparecieron literalmente de la escena considerados símbolos de la “nobleza decadente” y los grandes orfebres abandonaron el país en busca de nuevos desafíos.
Los años posteriores
Pero luego de algunos años en los que la Corporación Parisina de Joyeros estuvo abolida y una austeridad espartana se apoderó de la escena, tímidamente se fueron apaciguando los ánimos revolucionarios y nuevos aires llegaron a París en materia de joyería. En 1799 cuando Napoleón es confirmado Primer Cónsul de la República y se vislumbra un futuro de prosperidad se impulsa nuevamente la orfebrería y se abre un estupendo mercado a los diseñadores de joyas. Los Diamantes regresan en gran estilo y se impone el Camafeo, emulando los usados en la antigüedad. El neo clásico, representativo de la época napoleónica se inspiró en la estética de las antiguas Grecia y Roma.
Coronación de Josefina en Notre Dame de París el 2 de diciembre de 1804 – Jacques-Louis David y Georges Rouget
La Cornalina de repente se halló omnipresente tallada, esculpida y engarzada en oro, convertida en piedra preciosa infaltable en Camafeos que colgaban de collares, pulseras y diademas haciendo juego con aretes.
Se tuvo mucha atención en diferenciarse radicalmente del estilo “rococó”, que era el emblema del “ancien regime”, la nueva moda iba de acuerdo a las líneas modernas características de la primera década del 1800. Se dejaron de usar los vestidos con miriñaque y se pasaron a vestidos con líneas simples, ajustados debajo del seno y permitiendo una cierta soltura al cuerpo femenino que no era posible en la moda del siglo XVIII. Acorde a esta nueva manera de exaltar la femineidad se abrió camino una orfebrería nueva del todo revolucionaria. Si bien las piezas en oro y plata eran macizas, la diferencia fundamental residía en los diseños claros, con movimientos entrelazados pero sin influencia barroca. Se evitaron las joyas demasiado ornamentadas, recargadas de Piedras Preciosas de diferentes colores, para dar lugar a ejemplares mas sobrios. Las combinaciones de piedras preciosas no preveían más de dos colores.
El nuevo Imperio y su Emperador
Joyas de Josefina durante su coronación
Napoleón conquistó territorios europeos creando lo que él dio a llamar “La Grande Nation” y en esa vorágine de poder y conquista se auto proclamó Emperador de Francia en una exultante coronación en diciembre de 1804. Para la ocasión, Napoleón fue coronado con una corona de laureles de oro macizo que imitaba las famosas coronas de laurel que usaban los Cesares romanos. Para esa época ya se hablaba de la “joyería napoleónica”, debido no solo a los suntuosos accesorios del Emperador sino a la colección de alhajas de su esposa Josefina. La neo Emperatriz gustaba de un tren de vida derrochador y lujoso. Son famosas sus extravagancias y sobre todo sus joyas. Una característica novedosa de la así llamada joyería napoleónica fue la de usar Diamantes de pequeñas dimensiones como piedras preciosas de “acento”.
Son míticos el collar y los aretes de Esmeraldas rodeadas de Diamantes en oro, regalada por Napoleón y Josefina a la hija de ésta, Stéphanie de Beauharnais, con ocasión de su matrimonio con el Gran Duque de Baden. Cada una de las Esmeradas está rodeada de un borde de Diamantes.
Se usaban mucho colgante de grandes gemas en talla a gota acompañadas a su alrededor por Diamantes o anillos con una gran Piedra Preciosa colorida en talla oval rodeada igualmente de Diamantes de pequeñas dimensiones.
Anillo con esmeralda en talla ovalada y diamantes – Juwelo
En la actualidad es usual ver este tipo de diseños y no nos imaginamos que haya existido un tiempo donde no se conocía esta manera de engarzar gemas. Pues su origen viene de la época napoleónica y comportó para entonces una verdadera revolución en la moda orfebre convirtiéndose en la característica principal de la joyera de ese tiempo.
Josefina tuvo que divorciarse de Napoleón debido a su imposibilidad a darle un heredero, devolvió las joyas pertenecientes a la Corona de Francia pero ella había adquirido con su propia renta una enorme colección que conservó hasta el final de sus días.
Hoy en nuestras colecciones se encuentran diferentes joyas donde una Piedra Preciosa es rodeada por pequeñas gemas de acento. ¡Si os gusta la joyería napoleónica seguramente encontraréis en nuestras colecciones muchas alhajas que os gustarán!
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