Diseños de joyería – lazos, nudos y moños
Desde finales del Medioevo lazos, nudos y moños han sido un motivo recurrente de la joyería. Sus elegantes líneas curvas proveían un cierto balance en el diseño y una sutil asimetría, con la que decoraban los collares y también las cinturas y corsés de la indumentaria de la época.
Probablemente uno de los más conocidos diseños con lazos y nudos sea el de la Orden de la Jarretera (Order of the Garter), la más alta condecoración que se otorga en Gran Bretaña desde los remotos tiempos de Eduardo III, quién la creó. Se trata de una condecoración sumamente restricta, y se caracteriza por el diseño de su collar, realizado en oro que imita una cuerda trenzada la cual se entrelaza en una serie de moños anudados con borlas, que parecería una bella jarretera. El origen de esta Orden de caballería – ¡en la que se admiten mujeres! – es de 1348 y es el pináculo en el sistema de honores de Gran Bretaña.
La historia de la orden es bastante divertida, y cuenta que el Rey Eduardo III en un baile ofrecido por él en Eltham, bailaba con Juana de Kent, (quién llegaría a ser la primera Princesa de Gales) La cosa es que Juana ¡perdió una liga durante la danza! Para evitarle un momento de vergüenza, el rey levantó la liga y se la colocó en su propia pierna. Ante la mirada de los curiosos que lo rodeaban el rey dijo la siguiente frase – que quedaría como lema de la Orden: Honi soit qui mal y pense (Que se avergüence quien piense mal de esto)
El ejemplo mencionado es célebre pero ciertamente no es el único, ya que veremos que sobre el tema lazo, nudo y moño hubo diferentes variaciones tan amadas como difundidas en las cortes, alcanzando así los diseños de joyería un gran auge a partir de mediados del siglo XVII, en el corazón del barroco.
Todo a lo largo del barroco se usó en collares y cinturas el diseño del lazo a tres vueltas, imitando en metal la cuerda que usaban los monjes en la cintura. Con dicho lazo se simbolizaba la divina trinidad y al mismo tiempo los votos de: pobreza, castidad y obediencia. ¡Y estamos hablando de joyería secular! En las iglesias la presencia de este motivo era muy usado y hoy lo podemos admirar en casi la mayoría de las iglesias del barroco.
Otro motivo de lo más popular era el nudo del amor, que generalmente era un moño en forma de ocho (horizontal) y simbolizaba la unión que solo se podía deshacer con la muerte y era omnipresente en la joyería sentimental de los siglos XVII y XVIII. Si bien no han quedado muchas joyas de aquellos años, gracias a la pintura de la época es que nos han llegado hasta el día de hoy los diseños. Además gracias a los documentos de los orfebres de la época, de sus notas y dibujos podemos entender hoy mejor la simbología detrás de cada diseño.
El rococó se especializó en moños y lazos sin fin, en todas las variaciones posibles, acompañados de flores, pájaros, mariposas, etc. Es de aquella época la moda de usar una joya (broche, prendedor o colgante) en un lazo de fino tejido atado al cuello, cerrado en un moño, ya desde esa época se daba rienda suelta a los diseños de joyería. A veces si la cinta era lo suficientemente preciosa, con bordados en oro y recamados en puntillas de Flandes, ni siquiera se le adjuntaba un pendiente o broche. Las damas lucían simplemente el lazo atado al cuello y – en ocasiones – lo regalaban a su amado, lo cual implicaba un cierto compromiso de su parte.
Lo cierto es que el motivo del lazo hecho nudo o moño ha atravesado las épocas hasta nuestros días y hoy vemos nuevas y lujosas interpretaciones de dicho diseño de joyería de moda y en las famosas casas joyeras de marca. Por supuesto Juwelo te ofrece exclusivos diseños de joyería en sus bellísimos colgantes, collares, anillos y pendientes con el eterno motivo del lazo y el nudo.