El joyero de Josefina Bonaparte, musa inspiradora de joyas sin tiempo. Se llamaba Marie-Etiénne Nitot y había nacido en Paris el 2 de abril de 1750. Ya en 1780 trabajaba en el atelier de Aubert, quien era el joyero de corte de la reina María Antonieta ¿Y por qué os cuento yo todo esto? – estaréis preguntándoos – pues porque ese fue el origen de una de las casas joyeras y relojeras más importantes del mundo: Chaumet que cuenta con una trayectoria ¡de 236 años!
Nitot, el joyero de Josefina Bonaparte, sobrevivió la Revolución Francesa y en 1802 se convirtió en el Joyero del Emperador Napoleón con la ayuda de su hijo Francois Regnault. Nitot & hijo crearon una joyería que pasó a la historia como símbolo de la pompa y el poder que ostentaba Napoleón.
Es de nombrar con especial atención el ajuar de joyas de matrimonio para Josefina Beauharnais, la primera mujer de Napoleón y Emperatriz de Francia.
También diseñó las joyas de María Luisa de Austria, pero lo que quedó en el inconsciente colectivo de todos fue el nombre de Josefina como musa inspiradora y que hasta el día de hoy sigue estando presente en las colecciones de la casa: en 2010 y luego en 2015 Chaumet ofreció colecciones de joyas inspiradas en las tiaras de Josefina, y en una manera de diseñar que se inició en esa época y quedó para siempre en la joyería hasta nuestros días: el rodear una piedra preciosa de talla a gota u oval de buenas dimensiones con piedras preciosas del mismo color, generalmente diamantes.
Esto que hoy nos resulta tan clásico fue una innovación y una característica de la joyería que llevara Josefina, realizada por Nitot y que comportaba una verdadera revolución por aquellos años, donde las piedras preciosas que rodeaban una gema eran generalmente de diferentes colores y tamaños.
También son obra de Nitot la famosa corona, la espada ceremonial y los varios ornamentos de corte que llevó Napoleón el día de su coronación.
Con estos elementos se hizo inmortalizar el Emperador en varios cuadros de gigantescas proporciones, entre ellos los mas conocidos son de su pintor de corte Jacques-Louis David y por eso es que tenemos una clara idea del esplendor de la ceremonia.
François Regnault Nitot tomó las riendas de la casa joyera a la muerte de su padre en 1809 y continuó elaborando joyas, sobre todo tiaras, que usaban muchas damas pertenecientes a la nueva burguesía próspera.
Ya no era necesario ser parte de la nobleza, o tener un apellido patricio para llevar dicho ornamento en la cabeza, el cual se impuso velozmente como accesorio muy amado, especialmente en los vestidos de bodas.
A la caída del imperio en 1815 Ninot decidió vender el negocio a su administrador Jean Baptiste Fossin. Luego de unos años Fossin había ganado una clientela refinada y aristocrática.
Entre los años 1830 y 1848 contaba entre sus adeptos la casa real francesa de Luis-Philippe, como así también la elite intelectual de escritores, pintores y músicos de la época.
Luego de la revolución de 1848 disminuyó significativamente la actividad de la casa en Francia lo que llevó a su dueño a abrir una pequeña sucursal en Londres con un taller a cargo de Jean-Valentin Morel y su hijo Prosper.
Ambos atrajeron clientes de gran prestigio, entre ellos ¡la mismísima Reina Victoria!, quién otorgó a los Morel un permiso para ser oficiales proveedores de joyas de corte.
En 1885 entra en escena Joseph Chaumet, quien se casó con la hija de Prosper Morel y tomó el control de la empresa, se continuó con la tradición de las Tiaras, combinó el oro esmaltado con el arte japonés y se inclinó a las nuevas tendencias impulsando el “Art Deco” con éxito fulminante. Adquirió la sede que es hasta el día de hoy la casa Chaumet en place Vendome, en el corazón de Paris, en un suntuoso edificio del siglo VXIII.
Hoy la casa Chaumet pertenece al grupo LVMH que ha expandido sus actividades en Asia. El 85% de sus clientes se reparten entre Francia y Japón, pero un interesante 20% proviene de China, donde cuentan con varias casas filiales.
En el 2015 la Maison Chaumet festejó sus 235 años de existencia con una exposición en sus salones en la casa matriz en Place Vendome que duró todo el año. Además creó nuevamente una colección inspirada en la joyería del período napoleónico del sugestivo nombre: “Joséphine ou l’art du style“, donde se recrean las tiaras de Josefina en anillos y pulseras. ¡Joyas realmente espectaculares!