Ese insecto es una joya – La noticia que llamó mi atención, y que es el origen de este artículo decía lo siguiente: “Funcionarios de la aduana de EE.UU detuvieron a una mujer que ingresaba al país porque llevaba una escarabajo vivo como broche con incrustaciones de piedras preciosas.
La mujer había visitado México y fue detenida en un puesto fronterizo en Brownsville, Texas. El insecto vivo – que estaba tachonado de piedras preciosas y oro- estaba atado a su suéter por una cadena de oro, y éste podía caminar. La mujer declaró que estaba vivo y que lo había comprado en México como un broche, pero fue inmediatamente confiscado por el control de plagas.”
Al parecer esta es una costumbre ancestral en la cultura Maya, que por suerte hoy en día parece estar en desuso. El origen de esta costumbre es una leyenda Maya de Yucatán: «La princesa y el Makech», en la que se cuenta que Cuzán era una princesa maya muy hermosa que estaba comprometida con el príncipe Ek Chapat, pero se enamoró de un guerrero de pelo rojo llamado Chalpol.
La princesa y el guerrero vivieron una apasionada historia de amor hasta que el padre de Cuzán se enteró de que su hija tenía encuentros clandestinos con un plebeyo y ordenó matarlo.
Los llantos de la princesa hicieron que el rey se apiadase de ella y perdonase al guerrero del pelo rojo, pero mandó convertirlo en escarabajo –makech– para entregárselo a Cuzán, quien lo adornó con piedras preciosas y se lo colgó en el pecho para cumplir la promesa que le había hecho a Chalpol, de llevarlo siempre cerca de su corazón.
Sin duda una historia digna del bagaje imaginario de esta antigua cultura. La costumbre sobrevivió hasta el día de hoy, pero debido a su carácter poco respetuoso por el animal casi ha dejado de practicarse; además que ponerse un broche semejante ha dejado con el tiempo de ser una costumbre en relación con la tradición para transformarse en un poco agradable signo de esnobismo.
Muchos diseñadores de joya mexicanos actuales han incorporado esta tradición a sus joyas, naturalmente sin usar el insecto vivo.
La tradición de usar insectos y reptiles como accesorios de adorno es ancestral, si bien no se sabe si fueron insectos reales y mucho menos vivos. Todos conocemos la simbología del escarabajo en la cultura del antiguo Egipto. Este insecto era el símbolo de la reencarnación y la vida eterna y era usado como amuleto en vestidos, anillos y coronas por los faraones y su séquito.
El más conocido es el que adornaba un brazalete y un pectoral de Tutankamón. Es claro que un insecto con una tradición así de milenaria no podía faltar en el catálogo de grandes diseñadores de joyas. También la mosca, la víbora, el sapo y la lagartija forman parte de este elenco.
Ese insecto es una joya
La nueva colección de joyas de los mexicanos de “Mani Maalai”, quienes siempre usan como inspiración la naturaleza se titula: –Instinto III– un animalario que gira entorno al mundo de los insectos. El escarabajo es también aquí el gran protagonista.
Es una colección donde, como en una selva salvaje, aparecen serpientes, colibrís, abejas, y otros animales, hechos en oro, plata y rodio como base de engarce de piedras preciosas – topacios, perlas, amatistas, y circones entre otras opciones.
La famosa “Maison Boucheron” comenzó con la costumbre de incorporar en su alta joyería elementos del mundo animal ya hace más de siglo y medio. Todo comenzó a mediados del siglo XIX, en el 1858, cuando el fundador Frederic Boucheron regaló a su esposa una pulsera con forma de serpiente que él mismo había realizado.
La joya simbolizaba, con su forma, una promesa de que la dicha que ambos compartían por su relación nunca iba a concluir.
Desde entonces, son cuasi incontables los animales que han pasado por la colección Animaux. El actual bestiario de la firma lo conforman más de una veintena de criaturas y cada una de ellas guarda su propio simbolismo, un significado que define a quien porta la joya, una razón de ser que las convierte en talismanes protectores.
La forma subyugante y a veces misteriosas de estos seres son una fuente de inspiración para diseñadores de todo el mundo.
Ya Wallace Chan, artista de Hong Kong, sorprendió en el 2010 en la Bienal de los Anticuarios de París con sus creaciones entre la que se destacaba una cigarra en Jadeita, Jade de color lavanda, rubíes y diamantes -valorada en unos 30 millones de dólares.
«Quizás los franceses no conocen necesariamente la importancia de la cigarra en la cultura china, pero tengo la impresión de que, a pesar de las barreras culturales, saben apreciar esta creación», observó el artista.
Lydia Courteille quien en su colección de joyas mexicanas “El jardín de Xochimilco” – Xochimilco era el nombre azteca para lo que hoy es la Ciudad de México-, incorporó una fauna de reptiles e insectos varios y en la colección llamada “Homenaje al surrealismo” creó un hermoso broche que representa una cautivante araña de oro negro rodio con granates verdes, zafiros y en forma de abdomen dos piedras de luna.
Desde los looks más sofisticados hasta los más informales, los broches, pendientes y colgantes inspirados en bichos de todo tipo destacan por presentar un colorido llamativo, ideal para combinar con todo tipo de vestimenta. Las firmas Lanvin París, Emanuel Ungaro, Tory Burch y Just Cavalli, ofrecen una amplia gama de esas joyas incrustadas con forma de libélulas, mariposas, escarabajos, moscas, serpientes y cocodrilos.
Inspirada en la temática «ese insecto es una joya», una predecesora de esta moda fue sin duda la italiana Elsa Schiaparelli, que en los años 30 llevó el surrealismo a la moda y que con su estilo atrevido se convirtió en una figura legendaria en la historia de la moda.
Schiaparelli experimentó con un nuevo material, un tipo de celulosa de acetato plástico, y creó un impresionante collar decorado con insectos en varios colores que causó gran impacto en los círculos parisinos dejando volar a la imaginación con la moda.
Es claro, que las joyas con insectos tienen siempre un valor más allá de lo material. En ellas siempre se respira un aire místico de creencias y significados milenarios.
Los insectos son mensajeros de otros mundos, protagonistas de leyendas de amor y destinos inmortales. Nada se pierde con probar si su hechizo aun funciona.
¡Juwelo presenta varias joyas con insectos y otros animales en sus colecciones. Echad una mirada que no os arrepentiréis, pues ese insecto es una joya!