En 1878 Charles Lewis Tiffany, propietario de la joyería Tiffany & Co. adquirió un diamante amarillo de un imponente peso: ¡287,42 quilates sin pulir!
En septiembre de 1833 Charles Lewis Tiffany y su socio John B. Young abrieron en el 259 de Brodway en Nueva York una tienda dedicada a la venta de joyería, papelería y objetos de lujo con una política de venta del todo innovadora y revolucionaria para la época, en la que el precio marcado era fijo y no negociable.
Se proponían artículos de primera categoría y el tono azul pálido que eligió la empresa para sus envoltorios y catálogos remarcaba la calidad de los productos y la reputación de la compañía.
En 1878, cuando la empresa adquirió el diamante amarillo, el Dr. George Frederick Kunz, un joven y excéntrico gemólogo que trabajaba para la joyería, quiso estudiar la piedra un año entero antes de decidir de que manera tallarla.
Se trataba de un diamante proveniente de la mina de Kimberley, en Sudáfrica, zz posteriormente se convertiría en el mayor diamante amarillo encontrado hasta el momento. El caso es que después de un meticuloso estudio, se decidió por una talla a cojín de 82 facetas, quedando el diamante una vez tallado, con un peso de 128,54 quilates.
El famoso diamante amarillo, jamás vendido y calculado en un valor aproximado de 200 millones de euros, ha sido montado en diferentes versiones y continúa expuesto hasta el día de hoy en la tienda de la Quinta Avenida en Nueva York de la casa Tiffany & Co.
Solo dos mujeres han lucido el diamante. Mary Whitehouse en 1957 y la actriz Audrey Hepburn para la sesión de fotos que publicitaba la mítica película “Desayuno con diamantes” en 1961. Es precisamente a partir de este film cuando la casa Tiffany & Co. cobra el renombre mundial que hasta el día de hoy posee.
Yo he visto ese film por lo menos diez veces, es uno de mis favoritos, adoro la excentricidad de la protagonista, sus vestidos, sus arreglos, el espíritu de la época y sobre todo las joyas que se exponen en el film.
Para esta ocasión el diseñador Jean Schlumberger creó una joya espectacular, el collar Ribbon Rosette. Se trataba de un collar de cintas de oro blanco y diamantes, la pieza central era precisamente el diamante amarillo Tiffany. Una joya espectacular que quedaba de maravilla en el cuello de Audrey Hepburn, actriz icono de la elegancia.
El diamante ha sido además engarzado en el “Collar Ave” para presentarse en el Museo de Artes decorativas de París en 1995 y hoy se muestra en un nuevo diseño a cargo del equipo de creativos de la casa Tiffany & Co., este último fue realizado con motivo del festejo del 175 aniversario de Tiffany & Co.