El Zafiro lleva consigo una larga y rica tradición en el mundo de las gemas.
Vosotros ya sabéis probablemente, si es que habéis leído nuestra página web que el Zafiro es junto al Rubí un corundo, o sea que pertenece a la familia de los corundos y se lo puede contar entre las piedras preciosas más requeridas del mundo, además de su historia de más de 3000 años.
Desde siempre el Zafiro fascina tanto a expertos como a amantes de las piedras preciosas: no es una casualidad que pertenezca a las así llamadas “Top-Four” en el mundo de las gemas y está considerado como un clásico al igual que el Diamante, la Esmeralda y el Rubí. Muy a menudo es elegido para sellar promesas de amor: recordemos que la familia real inglesa hizo del Zafiro la piedra preciosa de compromiso por excelencia, ya que, primero la Princesa Diana y luego la Duquesa de Cambridge Kate recibieron como anillo de compromiso un Zafiro oval de 12 quilates circundado de una corona de 14 solitarios de un valor de 28.000 libras esterlinas, o sea unos 33.000 euros.
Es una piedra preciosa conocida desde la antigüedad, ya en la Biblia se la menciona en varias ocasiones y todavía hoy el zafiro es considerado símbolo de la verdad, la sinceridad y la fidelidad.
El zafiro blanco
Su historia está entrelazada con sucesivos mitos y leyendas. El Zafiro también es llamado “Piedra de los Dioses” y a veces se la indica como piedra sagrada. Su nombre deriva del latín “Sapphirus” que significa “Azul” y efectivamente cuando se piensa en un Zafiro de manera instintiva nos viene a la mente el color azul y también todas las gemas de dicho color nos hacen evocar al Zafiro.
Pero en realidad existen Zafiros de varios tipos y de muy diferentes colores, tonalidades y gamas. Hoy nos concentraremos en el Zafiro Blanco.
Esta variedad de Zafiro es también conocido como Leucozafiro, que deriva del griego leykós-blanco. Su transparencia y su aspecto incoloro se deben a la completa ausencia de elementos extraños a la estructura cristalina que le darían un color. Como ya sabemos el proceso de coloración de un mineral natural depende de la presencia de elementos como el hierro, el cromo, el aluminio y tantos otros al interior de la estructura de la gema. La dureza responde a 9 en la escala de Mohs y muy a menudo se le efectúa la talla a brillante. Su valor aumenta en base a sus quilates: mayor el peso en quilates de la gema más elevado será su precio.
El Zafiro blanco fue descubierto en la Antigua Grecia. Parece ser que los Antiguos Griegos descubrieron el Zafiro Blanco en la isla de Naxos y lo asociaron a Apolo, dios de la luz y del sol, de la verdad y de las artes, de la medicina y de la música. Siendo Apolo también dios de las profecías era además divinidad patrona del Oráculo de Delfi y según la leyenda se le ofrecían Zafiros Blancos a la pitonisa Pythia.
El Zafiro Blanco refleja una luz fría, plateada y es una piedra preciosa muy amada por los creadores de joyas. A menudo se la utiliza como buena alternativa del Diamante. Los mejores Zafiros Blancos son aquellos completamente incoloros.
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