Estaba estudiando un poco lo sucedido en los últimos dos años en el campo de ferias, muestras y exposiciones de joyería a nivel internacional. Son numerosas e interesantes las muestras de este arte en permanente crecimiento, algunas de ellas verdaderos rituales donde se encuentra los “VIPs” de la joyería más famosos del mundo. Marcas como Chopard, Cartier, Carrera y Carrera, Bulgari y Tiffany & Co, – por mencionar solo algunos – forman parte todos los años de Baselworld, International Jewellery London, Inhorgenta Europe Munich, Espaijoia Barcelona y algunas más, igualmente prestigiosas.
Pero existe además un enorme circuito de joyería alternativa que es sumamente interesante, creativo e innovador. En esta pequeña investigación me topé con una exposición que se inauguró el año pasado y que ha desarrollado a partir de su primera muestra un itinerario por diferentes sitios del mundo. La muestra en cuestión lleva el sugestivo nombre de “La Frontera” y fue organizada por la curadora Lorena Lazard, artista dedicada a la joyería desde hace más de 20 años junto a Mike Holms y Elizabeth Shypertt fundadores de la Galería Velvet Da Vinci en San Francisco. Se trata de joyería “temática” que conceptualiza la conflictiva situación en la frontera México/USA.
Decidí que era importante traer a nuestro blog una nota sobre esta muestra ya que es extremadamente original plantearse realizar joyas inspiradas en un tema tan candente como netamente social.
Estamos hablando de 150 piezas de arte realizadas por 90 artistas provenientes de Europa, Estados Unidos y Latinoamérica. Esta joyería contemporánea muestra un viaje por las emociones y paisajes que inundan ambas fronteras. Cada una de las piezas fue concebida bajo la problemática que atraviesan millones de personas al cruzar la frontera de México a los Estados Unidos de América.
La sede de inauguración de tan inusual exposición fue el Museo Franz Mayer, en ciudad de México, Distrito Federal. Su Director Héctor Rivero Borell agradeció el apoyo de la Galería Velvet Da Vinci de San Francisco por el interés de realizar esta muestra en conjunto y a todos los artistas que apoyaron y participaron de este evento.
La curadora Lorena Lazard afirmó en rueda de prensa que se trata de «un tema absolutamente relevante e importante que nos afecta a todos de alguna manera, aunque no vivamos directamente en la frontera. La exposición pretende hablar de este tema difícil, que trata de muchísimos aspectos, e ir más allá de las noticias. No olvidemos que por la frontera también pasa gente trabajadora, familias, ideas… pasa cultura», finalizó Lazard. Las joyas, algunas de las cuales se pueden llevar puestas, expresan las ideas de los artistas sobre temas como la migración, muerte, violencia o drogas, entre otros. El «collar dactilar» de Cristina Selis, orfebre y ceramista mexicana de reconocida trayectoria, por ejemplo, recuerda cómo a algunos de los que cruzan la frontera les «borran» las huellas de los dedos, mientras que los broches «The Border Trinity» representan tres calaveras con un porro, las rejas de la frontera o armas en los ojos.
Entre las joyas expuestas figuran un collar con espinas y metralletas y un niño sentado en una de ellas, un colgante para llevar fotos de los familiares de los emigrantes y llaveros de cuero con los rostros de miembros de los carteles de la droga.
Los materiales usados son diversos, predominan: botellas de agua, porcelana, plata, oro, cobre, fieltro, fotos, caucho, acero, entre otros.
Los exponentes de la muestra debieron pasar por una severa selección de piezas, ya que al abrirse la convocatoria de participación a la misma, la respuesta fue inesperadamente rica en propuestas. Los criterios de selección de Lorena Lazard eran el valor estético de la pieza, su originalidad y – sobre todo – la propuesta de conceptualización que la pieza proponía. Lorena Lazard recalca que la elección no recayó en el artista sino en la pieza propuesta.
«No sé si con una exposición se pueden lograr cambios, pero sí se puede lograr un espacio en el que la gente hable de lo que está pasando y de las preocupaciones, y quizás den soluciones entre ellos», explicó Lazard.
Muchos artistas contemporáneos del mundo de la orfebrería, conocidos y afirmados, quedaron relegados frente a piezas de casi desconocidos que habían conseguido captar mejor el espíritu buscado en esta exposición.
Es de alabar la calidad del trabajo y sobre todo la originalidad de la exposición, que es diferente a lo visto hasta el momento y consigue proponer una joyería con mensaje, piezas que nos quieren comunicar algo importante.