Monte de Piedad subasta joyas valiosas para beneficiar proyectos sociales
¿Quién no ha oído hablar de que Monte de Piedad subasta joyas valiosas? El sitio donde muchos empeñan sus joyas para salir de un momento de economía apretada o una urgencia. Hoy quisiera contaros un poco la historia y lo que sucede en esta institución que lleva ya varios siglos de existencia.
En realidad los Montes de Piedad nacen en el norte y centro de Italia, en el siglo XV, a iniciativa de los franciscanos como una forma de combatir la usura. Efectivamente el nombre Monte de Piedad viene del italiano “Monte di Pietà”, pero la palabra “Monte” se refiere a una masa metálica de dinero (no al monte que conocemos nosotros, como elevación de la tierra). La denominación de Piedad (di Pietà) se agregó para diferenciarlas de otros tipos de “Montes”, ya que cumplían fines caritativos y benéficos.
En aquella época era usual que los prestamistas cobraran intereses por los créditos que variaban entre el 20% y el 200% (los intereses para la producción de cerveza, por ejemplo en Inglaterra eran del ¡500%!).
Por lo tanto los Monte de Piedad – conocidos también como montepío, atendían las demandas de las clases sociales más necesitadas de protección, a través de la concesión de préstamos gratuitos sin interés, garantizados con alhajas y ropas.
Ese es el origen de esta institución que llega a España con el Monte de Piedad de Madrid, que es el más antiguo, fundado en 1702.
Hoy en día Monte de Piedad subasta joyas valiosas de esta manera: Las joyas que lleváis son tasadas por gemólogos y se paga el 80% de su valor en forma de pagarés a cobrar en el banco. Todas las transacciones pasan por el filtro de la policía para saber que la mercancía no es robada. En el 2016 el 95% de los clientes volvió a recomprar sus objetos transcurrido un año con un interés, eso sí, de entre el 5 y el 8,25% anual, según fuese la joya.
En general se esperan 15 meses y si la pieza no ha sido recuperada, se subasta. El Monte de Piedad se queda con una comisión del 15% de la compra, que paga el comprador y que es con lo que se financian los proyectos de solidaridad, medio ambiente, cultura y educación.
Hoy son conocidas sus regulares subastas, ya que los compradores no solo son normales ciudadanos en busca de alguna pieza vintage sino también coleccionistas y joyeros de Nueva York, Londres o Ginebra, para no citar los nuevos pujadores del lejano oriente: China y Japón. Los beneficios de las subastas van a parar a la fundación sin ánimo de lucro de Monte Madrid y repercutirán en colegios, escuelas infantiles o en distintas ONG.
Un portavoz de la institución explica que: “los objetos a subastar, provienen presumiblemente, de tres tipos de cajones: de alguien del mundo del espectáculo, que al no tener ingresos fijos “suelen vender sus joyas hasta poder recomprarlas tras las galas de verano”. De grandes familias venidas a menos. O de “excluidos financieros”: madrileños que no tienen fácil el acceso al crédito o que no tienen quien les avale y venden sus joyas para poder pagar, por ejemplo, el recibo de la luz o la matrícula del colegio de sus hijos”
En el sótano de la entidad descansan 150.000 joyas, guardadas en pequeñas cajas que van saliendo a cada rato a la superficie para volver a sus propietarios originales o para pasar a otras manos. Con 60.000 clientes, el Monte de Piedad generó el año pasado 12 millones de euros de beneficio.
Remarcables las joyas que generalmente podéis encontrar en dicha subasta, para tener una idea os dejo un par de ejemplos: Un par de pendientes de oro blanco y brillantes -de 4,58 y 4,27 quilates, respectivamente- salieron a subasta por un precio inicial de 130.000 euros. Una pulsera, también de oro y brillantes, con un precio de salida de 50.000 euros.
El pasado marzo, el Monte de Piedad batió su récord particular al subastar un reloj Patek Philippe por 240.000 euros. Si os interesa pujar es necesario saber que a partir de 100.000 euros la mejora del precio es no menor de 10.000 euros. Aunque también hay otros objetos más modestos que podrán llevarse, si nadie se lo impide, por 10 euros más. Por ejemplo anillos tasados en 80 euros. Gemelos Bulgari por 200 euros. U otras dormilonas, también de brillantes, pero mucho más asequibles: 200 euros.
Como matizan Monte de Piedad “A nuestras subastas vienen personas muy variadas. Y tenemos distintos precios. Son subastas democráticas”.
Pero si hablamos de subastas democráticas, ¡Juwelo es en ello el campeón! Aquí las subastas son para todos, absolutamente todos los bolsillos y ofreciendo piedras preciosas auténticas en todas sus joyas.