Antes que nada, para quienes aún no lo sepan, la TEFAF (The European Fine Art Fair) es una de las más importantes ferias de arte del mundo, que todos los años tiene lugar en Maastricht, Holanda. Este año, por primera vez, se abrirá una edición en Nueva York entre el 22 y el 26 de octubre.
Este sensacional evento, en el cual se venden obras maestras con ganancias millonarias, cuenta con 240 expositores de todas las galerías y mercados de arte del mundo. Cada objeto expuesto es analizado por 20 equipos de evaluación. Cada equipo cuenta con unos 190 prestigiosos expertos de arte de todo el mundo, con el objeto de verificar y garantizar la calidad y la autenticidad de la piezas expuestas. Para esto cuentan con el más sofisticado equipamiento tecnológico en la materia. La TEFAF además de pinturas, dibujos, libros y mapas antiguos, esculturas, muebles y arte moderno, tiene una sección de joyas. Y es por eso que hoy les escribo sobre este evento que por primera vez se presentará en Nueva York, en la Park Avenue Armory.
Es interesante destacar que han sido elegidos para participar en la feria neoyorquina un total de 94 expositores. Entre ellos el diseñador de joyas Otto Jacob. Esto es importante de remarcar ya que la feria se concentra en arte de todas las épocas hasta el 1920. Pues bien, una de las cinco excepciones de artistas contemporáneos es efectivamente el artista orfebre Otto Jacob.
Me pareció interesante a propósito de este evento acercaros a un diseñador artista de joyas tan particular. Su carrera efectivamente es la de un artista en todo el sentido de la expresión. Jacob se mudó de Munich a Karlsruhe en 1977 para estudiar con Georg Baselitz. Al término del curso, tres años mas tarde, Otto Jacob cayó en la cuenta de que jamás conseguiría ser un gran pintor, pero tuvo la certeza absoluta que él era un artista en búsqueda de su medio de expresión.
Esto le ocasionó una especie de liberación que estimuló su creatividad . Se centró en una intensa fase de estudio y análisis basados tanto en la naturaleza como en el arte de los grandes maestros de todos los tiempos, con particular acento en los italianos, hasta llegar a encontrar su lugar de expresión artística en el diseño de joyas.
Otto Jacob usa gemas y metales preciosos, madera e incluso seda en sus joyas. La belleza de sus diseños deja sin aliento al espectador y a veces le arranca una sonrisa, ya que en muchas oportunidades se percibe un toque de humor en sus propuestas. Uno de estos casos son los gemelos en oro con proceso de oxidación, en forma de dos tenazas de langosta, que crean una sensación amenazante, pero en uno de los gemelos la tenaza sostiene una flor, hecha de oro esmaltado y piedras preciosas.
Otto Jacob es un autodidacta en lo que a orfebrería se refiere y por eso mismo es sorprendente la elevada sofisticación de sus técnicas de trabajo. Sus piezas son únicas. Son expuestas en museos y galerías. Jacob jamás tuvo un negocio de venta. Él es un artista y como tal posee un atelier, donde lo visitan interesados y clientes, artistas y coleccionistas. Uno de sus primeros compradores fue… ¡Georg Baselitz! Y muchos de sus clientes de aquellos años, entre los que se encuentran museos y prestigiosas galerías de arte, continúan adquiriendo sus trabajos hasta la fecha. La única feria a la que esporádicamente acepta participar es la TEFAF.
Debéis ver la fila de gente esperando para poder acceder a su estand el cual está presente en la TEFAF desde el 2008. Y parece que la historia se repetirá en Nueva York donde muchos visitarán su estand para apreciar en vivo esos verdaderos tesoros de arte contemporáneo que son sus joyas.